Las cosas que me gustan...

  • Me agradaría saber que pertenezco a una especie que fuera capaz de respetar la vida en todas sus expresiones y convertir al Planeta en un gran hogar para todos...

jueves, 29 de enero de 2015

"Eterno..."


Quieta, en un rincón en penumbras, sólo se dejaba estar.
 Oyó el primer acorde, entreabrió pesadamente los ojos.
Titilaron estrellas en sus largas pestañas.
¿O eran lágrimas...? Da igual, pensó.

El piano desgranaba notas serenas.
Violines mágicos le abrieron los sentidos.
Un espeso humo hizo piruetas en su cintura.
Bandoneón.
Sintió el llamado en lo más íntimo de su ser.
Un paso. Otro. La música llevándola.
Un brazo enlazando su contoneo.
Y luego qué...sólo dejarse llevar,
vibrar en cada acorde, piernas cual alas.
Era un tiempo desprovisto de todo.
Reloj sin agujas. 
Un corte. Una quebrada.
Pasos hacia él.
Cambiar de frente, como en un vuelo.
Ojos. Miradas.
En el corazón, un puñal de tantas penas.
Quebrarse. Morir.
Resucitar en otros ojos, 
baila, baila, no ríe, sólo baila.

Tango, peregrino de almas atormentadas,
mágico duende de las noches sin horas,
que no se detengan tus compases,
sigue, sigue...siempre repitiendo el círculo,
siempre diferente, siempre igual,
como nacer y morir, como renacer
y no reconocerse.
Otras vidas. 
Danza.
Pies deslizándose, inconscientes,
en el borde del peñasco.
Olas. 
La pista es el mar.
Baila sobre las aguas con Neptuno.
Oblivión.
Adagio.
Cierra los párpados, despacio.
Los altísimos tacos la elevan sobre el agua.
Se detiene la luna, plateada, plateada.
Se desgaja su falda, su negra falda.

Noche. 
Luna. 
Mar. 
Soledad.

En el fondo del mar
hay un teatro, hecho de arena,
con escenografía de corales y madréporas,
los peces se rinden a sus giros,
giran, giran...
y ella baila.

Es una danza eterna.
No quiere despertar.
No quiere sufrir ya...
Solos, 
ella y la música,
conjurados,
secretos de dos.

Y nadie más...***

Tu sombra y tú...la misma silueta, iguales penas, idénticas lágrimas....
Pintura: web.




Artisticidad Tango abstracto a mi manera,  JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ ZURDO, Artista Español.

"¿Cuál es exactamente la distancia que separa la realidad de la fantasía?"








TEXTOS: M.A.O

martes, 27 de enero de 2015

Su destino.




Cayó, planeando, dejándose caer.
No vibró como la ola en el acantilado.
No se quebró, como roca en una avalancha.
No emitió ningún sonido.



Tocó levemente una hoja,
mostró tímidamente su envés,
y eso fue todo...***


...eras toda brisa...

Bailarina clásica 1
...y  lo seguirás siendo...

domingo, 25 de enero de 2015

Búsqueda...


Un tejo. Un tejo en el centro del patio.
Una piedra pequeña. Piernas largas.
Casilleros de avance, uno, dos, tres...salto.

Un aljibe. Un aljibe pintado a la cal.
Un balde gastado que sube, que baja.
Y en el fondo canta el pozo su mítica canción.

Una calle. Una calle bordeada de anchas cunetas.
Agüita clara que corre, serena.
Pies descalzos chapoteando.
Y las nubes, trayendo la lluvia.

                    ...

Crepitante, el fuego se consumía
a sí mismo en el habitáculo pequeño del horno.
En el largo banco, sentados, como siempre.
La ronda de mates, la charla, la cena a punto de salir.
Pequeña traza de futuro incierto.
La fe puesta en la cotidiana magia de la antimagia.
Por el ventanal entraba el aroma meloso de los jazmines.
En la galería la mesa, las sillas, las plantas.
Y ahora....ahora qué...no quiere ver.

                     ...

En el fondo no querer le dibuja candados
a su alma. 
Indaga con ahínco el fondo de sus bolsillos flacos.
Qué encuentra....nada, nada encuentra.
Allá, sólo a unos metros, el tajamar refleja
el cielo azul de la mañana.
Mañana que no llega. Instante que la atrapa.

                       
                       ...

El film, la noche, las imágenes....el miedo.
La loca carrera por las calles vacías.
Abrir la puerta.
Entrar.
Mirar en el espejo a una desconocida
con sus mismos ojos, pero despavoridos.

                       ...

La voz de alto. El toque de queda.
La cara pálida del soldado aquel.
El jean gastado, la mochila al hombro,
un libro de poemas...todo el futuro a sus pies.

                       ...

Luego el tiempo pasa, arrasa, empuja.
Ni cuenta se ha dado.
Los otros están viejos.
Su cara no es su cara.
Da vuelta en los espejos como caleidoscopios.
Abraza muñecas.
Ensaya poemas.
Lee con vehemencia.
Cae...se levanta.

Aprende.

Vuelve a sorprenderse.
Se ilusiona. Sueña.

Y sigue...porque eso es la vida.***



Eran sus ojos...aunque no pudo reconocerse...


Texto: M.A.O  
 Pintura:
José María Madrid Sanz.
Retrato.
"Stars in the Sky"

sábado, 17 de enero de 2015

Alguien dijo que...

Junto al taxi estaba el loco.
¿Era....? Movimientos dislocados
de brazos y piernas. Mirada lejana.
Algo de estar y no estar.
Abrir la puerta al pasajero, con dificultad.
Quedar allí, parado, sin siquiera una sonrisa
o un gracias.
Haces de piernas en las butacas incómodas
de la terminal de ómnibus.
Charlas de ocasión. Celulares. Equipajes.
Gente que fluye en segundos para ser
reemplazada por otra en la espera,
a veces sólo minutos, otras interminables
horas.
                     ...

Tranquila. Con su plumaje azulado.
Picoteando aquí y allá, entre la gente
que pasa, queda, se va.
Cada tanto alguien empuja un ancho
escobillón gastado. Ella vuela.
Sin temor. Casi con desgano.

Una voz anuncia partidas y llegadas.
Motores en marcha, todo el tiempo.

Alejarse. Atrás, la ciudad.
En las ventanillas corren los árboles
inmóviles. Sol que abrasa...o abraza quizá.
Serpentea la ruta con dibujos esperables.

Alambrados. Arboledas.
Viejas casas. Casas nuevas.
Automóviles que corren, cual flechas.
Unos hacia aquí, otros hacia allá.
Camiones que se arquean, sin elegancia.

Vacas pastando, ignorantes de su destino.
Terneritos que brincan, como los niños.
Caballos presos de boyeros y alambres.
Y arriba....bandadas, bandadas, bandadas.

Barrancos y montes. Altos eucaliptus.
Hilos de agua y arroyos torrentosos.
La lluvia y la creciente han creado
lagos de plata.

Cruza y descruza sus manos.
Cuenta historias imaginadas.
Abre y cierra sus ojos.
Enclaustra el tiempo, lo atrapa.

                       ...

Despliega su vuelo un barrilete azul.
Una astilla punzante se ha metido entre sus dedos.
Trepa a los fardos para imitar a los actores del radioteatro.
Sale a jugar al patio.
Ahora alisa su falda.
Ajusta las tiritas finas de sus altas sandalias.

Un poco de rimmel. 
Un toque de rouge.
Hay un abismo descolorido
que pretende arrojarla de si.

Camina en la rambla, junto
a un mar azul.
Danzan las estrellas una melodía tristísima.
También ella danza.

                            ...

Las olas le cantan canciones
sin título.
Ella las escucha.

Y aunque se pregunta, algunas veces,
por qué suceden ciertas cosas, como 
por ejemplo una taza que humea, un
chocolate blanco, una rosa lila
debajo de la lluvia, una huella en la arena,
un llanto apretado, una carcajada...
sólo se pregunta, respuesta no espera.


La noche se viste de negro vestido.
Se pierde en la noche.
La luna la encuentra...***


domingo, 11 de enero de 2015

Latidos.

Detrás de la cortina de agua.
Sutil.
Debajo de la corteza de los algarrobos.
Latente.
En el fondo misterioso de los aljibes.
Serena.
En la profundidad de su mirada.
Doliente.

La luz está. Está siempre.

La oscuridad es un paño de terciopelo inasible.


Efímera.***

                                                           
De sólo estar....



Texto y fotografía: M.A.O

lunes, 5 de enero de 2015

La última ventana...


Como el Crespín...si, como él.
Canta un cántico triste, melancólico,
un repetido lamento, notas que se
reiteran una y otra vez.
Nadie lo ve. Sólo su trino se oye.
Al atardecer. En las siestas de estío.
Al amanecer.
Oculto. Oculta está. Esconde su pena.
Un denso follaje lo protege.
Barreras del tiempo.

                 ...

Peregrina en su pasado.
No lo sabe. Errática.
Junta sus manos. Retuerce su falda.
Una vez pregunta. Vuelve a preguntar.
Y olvida todas las respuestas.

                 ...

Corre y se trepa en el paraisal.
Espera a su amiga de la infancia.
Junta locitas de platos rotos.
Mira su muñeca Lita, cuerpo de estopa,
carita de porcelana.
Vuelve de la escuela cruzando el campo.
Van en hileras. Todos los hermanos.
Todos eran diez. Ahora sólo tres.
Década del treinta. Escasez.
Familias numerosas. Fiestas en los patios.
Largos bancos. Risas compartidas.
Panes compartidos. Troja de maíz.
Pasa la noche recostada en su vieja cama.
No puede respirar. Tiene asma.
Su madre no es anciana. Ella no es anciana.
Lleva un gran moño en la cabeza.
Mira con atención a la maestra.

                      ...

¿Por qué él? -se pregunta- por qué justo él...
era su refugio, el más pequeño, aquel que hamacaba
en la vieja cuna de la que asomaban sus pies.
Y se fueron todos...o casi todos.
Su muñeca llora, dentro de una caja.

                       ...

Y ahora repite frases, dicen que se olvida.
Repite como campana, como aquélla que la
vio llegar con tocado de novia, ramito de azahares.
Las plantas, los hijos, los nietos...la vida.
El final.
Ata las cortinas. Se sienta en el sillón.
Mira pasar la gente detrás de la ventana.
La radio. El sillón. Pasos cortos.
Lejos, en la laguna, reflejos de cigüeñas
le iluminan los ojos.

                        ...

Se apaga. 
Durante las tormentas prende velas benditas.
Le reza a la virgen de la medalla milagrosa.
Las velas se apagan...también ella.

                        ...

Amasa el hojaldre para los pasteles
de la Navidad. Recorta figuras para el arbolito.
Arma el pesebre para los niños.
Lava la ropa en latón de cinc.
Puntea la tierra. Cultiva la huerta.
Plancha guardapolvos blancos con almidón.
Prepara cuadernos. Pega figuritas.
Se queda parada mientras ellos se van.
Les levanta la mano. Vuelve a sus tareas.

                          ...

Camina despacio. Se sienta despacio.
Se acuesta con dificultad.
Su ojos anidan miradas lejanas.
Se opacan.
Se apagan.

                         ...


Ella ya no es ella. Es otra. Es muchas.
Es todas. Es nada.
Es como la lumbre del viejo farol.
Ella, que ya no se tiene a sí misma,
ve como las luciérnagas invaden 
el campito de enfrente. 
Piensa que la luna es la que miraba
desde el borde de la vieja galería
-que por entonces no era vieja-.

                         ...

Su sombra.
Sombra de sí.
Débil llamita.
Cansancio final...***



Cruzó sus manos de dedos largos....pudo ser...fue la que pudo...

Versos y fotografía: M.A.O